dc.description.abstract | El manejo sostenible de los acuíferos se ha vuelto necesario para preservar la disponibilidad y calidad del recurso hídrico (GWP, 2000; Kennedy et al., 2009). El aumento por la demanda y la contaminación, junto con los efectos del cambio climático incrementan de manera importante la vulnerabilidad del recurso hídrico en todo el mundo (Gleeson et al., 2015; GWPC, 2015). Este efecto se ve acentuado en ambientes cársticos (sobre todo en islas), debido a la facilidad con la que el agua y otros compuestos se infiltran e incorporan al acuífero (Hernández-Flores et al., 2020; Hernández-Flores, Gutiérrez-Aguirre, & Cervantes Martínez, 2021; Hernández-Flores, Gutiérrez-Aguirre, Cervantes-Martínez, et al., 2021). Cozumel es una isla cárstica ubicada en el Caribe mexicano, cuyo acuífero es la única fuente viable de agua dulce para la biodiversidad y las actividades socioeconómicas. En la isla, el turismo es la principal actividad económica, con volúmenes que fluctúan de acuerdo con la temporada, pues en 2019 se registró el arribo de 3,832,474 pasajeros de cruceros y de 941,628 (SEDETUR, 2022). Aunado a la presión que genera la afluencia turística, la condición de insularidad incrementa la importancia de los recursos naturales en la isla, pues su disponibilidad es limitada.
Actualmente el manejo del recurso hídrico se encuentra a cargo de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), organismo que se encarga de su extracción, potabilización, análisis y distribución del agua obtenida de 264 pozos ubicados en el centro-norte de la isla (Hernández-Flores, Gutiérrez-Aguirre, Cervantes-Martínez, et al., 2021). |