Abstract
La cárcel desde su nacimiento, se justifica mediante el discurso de proteger a la sociedad contra el crimen y reinsertar a los delincuentes. En la práctica, la cárcel no readapta, más bien, produce delincuentes. Este estudio, siguiendo el enfoque del interaccionismo simbólico y la criminología crítica, investiga cómo el actor ve su mundo y cómo define su situación.